El maltrato infantil por parte del docente ha existido siempre. Aunque en algunas ocasiones no ha llegado a un grado extremo, universalmente se ha encontrado un trato poco adecuado a los niños desde la antiguedad. Hace muchos años los padres y maestros creían que la única cura para la necedad que alberga en el corazón de un niño es la “represión con el palo”. La horrible frase “la letra con sangre entra” estuvo vigente hasta hace poco tiempo. En algunos momentos históricos hubo maestros que hablaron en contra de estos abusos, uno de ellos Platón, quien advertía a los educadores que no “tratasen a los niños por la fuerza sino como si estuvieren jugando con ellos”.
Años atrás los maestros castigaban a los niños con reglazos en los dedos, copias hasta de 5000 veces la frase "no hablare en clase" o "Debo respetar a mi maestra" , ponerle de cara a la pared, darle con la regla de madera en la mano cerrada, pellizcos, maltratos, apodos y por si fuera poco maltrato psicológico y verbal al alumno, el cual hoy en día, aunque poco, todavía existe. Los maestros tenían poder y abusaban de él incluso con el trato a los padres de los alumnos con frases como: "Mientras yo sea profesora de matemática su hijo no aprobará". Los profesores maltrataban a los niños y los castigaban con dureza porque los Padres depositaban en ellos toda su confianza y su vida, además no existía una ley como la LOPNNA la cual protege la integridad de niños, niñas y adolescentes. Gracias a Dios los tiempos han cambiado y hoy en día se considera a los niños y se les protege en contra de todo maltrato, aunque lamentablemente esto no se cumple en su totalidad, ya sea porque el niño tiene miedo a delatar a quien lo maltrata o porque es amenazado o intimidado, lo que deja una secuela que marca su vida de una manera negativa, ya que "Maltratar al niño es dañar al hombre".
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